La empresa Boninsegna fue fundada en 1956 gracias a la iniciativa de Giuseppe Boninsegna, quien decidió dejar su trabajo como empleado en una empresa de Milán para comenzar, junto con su esposa, su propio negocio: un laboratorio debajo de su departamento, cerca de Como. Aunque las dificultades dadas por una tecnología no se desarrollaron lo suficiente en ese momento, los productos Boninsegna fueron reconocidos de inmediato por su precisión, confiabilidad y larga vida útil. Desde 1972, el hijo, Otello Boninsegna, ha seguido los rastros de su padre, participando tanto en la producción como en la planificación. Además de la mejora de las características técnicas, también el diseño se ha vuelto cada vez más bien acabado y reconocible. Además, ha decidido ampliar la oferta produciendo niveles en material acrílico.